Hoy en día nuestras vidas están abarrotadas con quehaceres y visitas de todo tipo. Llevamos un ritmo frenético, corriendo de un lugar a otro, para finalmente llegar a casa y caer rendidos en la cama. ¿Nos estamos complicando demasiado la vida? Puede ser. Por eso, desde Speizy queremos ofrecerte unos cuantos consejos para llevar una vida minimalista, lo más simple y relajada posible.
Hemos visto documentales y leído artículos para descubrir cuál es el secreto de los minimalistas, y por qué parecen estar siempre un paso por delante tanto en felicidad como en relajación. Os dejamos con la recopilación final que hemos acordado, la cual contiene los trucos más eficientes para terminar el día sin estrés y levantarse de la cama con ganas de comerse el mundo.
Pienso, luego compro
Muchas veces realizamos compras de manera impulsiva. Vemos algo que nos gusta y, antes de darnos cuenta, ya está pagado. Pero no te preocupes, tenemos un pequeño truco para evitar este tipo de compras y que de verdad puedas empezar a llevar una vida minimalista.
Una vez que ves un artículo que te gusta, saca el cronómetro del móvil (o cuenta en la cabeza) y espera 30 segundos. Se te bajará el subidón de adrenalina que te había dado el producto y pensarás si realmente lo necesitas. Con esta técnica activarás la parte lógica de tu cerebro mientras compras, evitando así adquirir artículos que realmente no necesitas. Estamos seguros de que tu tarjeta te lo agradecerá al final del día.
Pero si ya tienes demasiadas cosas y necesitas tiempo para aplicar estas tácticas, recuerda que puedes liberar espacio en casa alquilando un trastero con Speizy.
A veces uno “No” vale más que mil palabras
Gran parte del estrés que sufrimos diariamente viene dado por aceptar planes o compromisos a los que realmente no queremos acudir. Hemos ido perdiendo nuestro poder de decir que “No” a las invitaciones. Y como consecuencia, nos encontramos perdiendo el tiempo en eventos que ni siquiera disfrutamos.
La mejor técnica que hemos encontrado para solucionar esto es decir “No” a todo. Ninguna invitación es a vida o muerte, o no es modificable un poco después. Por lo tanto, después de decir “No”, pensaremos con calma si realmente disfrutaríamos diciendo que sí al plan.
Y una vez que hemos pensado de manera calmada y sin la presión de responder inmediatamente, decidiremos si el “No” es definitivo, o si realmente hemos cambiado de idea y queremos ir.
Después de unas semanas practicando esta técnica, podrás decir “No” a todo lo que no te apetezca sin ningún tipo de problema o miedo a ser juzgado.
Observa y decide
¿Estás usando todas tus subscripciones? ¿Te aportan algo de valor todas tus pertenencias?
Seguramente la respuesta sea que no. Por lo tanto te recomendamos que analices las cosas que no usas y, especialmente, las que no usas y te quitan dinero de la cartera mensualmente.
Simplemente párate delante de cada cosa que veas en casa y pregúntate si la necesitas o si realmente la tienes por puro capricho. Después de hacer esta limpieza, otorgarás mucho más valor a lo que no has vendido. Tendrás un hogar más organizado y funcional, una cuenta bancaria con menos preocupaciones y empezarás a llevar una vida minimalista.
¡Tiempo al tiempo!
El tiempo vuela. Nos levantamos por la mañana, y en un abrir y cerrar de ojos han pasado 16 horas y toca irse a la cama otra vez.
¿Sabes exactamente en qué has invertido cada minuto?
Hacerse esta pregunta es muy importante, porque puede que encontremos tareas que nos roban muchísimo tiempo y ni siquiera somos conscientes de ellas. También nos ayudará a conocernos mejor, porque observaremos cuáles son nuestras prioridades a lo largo del día.
Por lo tanto te animamos a que cojas una libreta o el móvil, y apuntes exactamente lo que estés haciendo en cada momento. Cada vez que cambies de tarea, coge la libreta y apunta la hora del cambio.
Puede que descubras cosas sorprendentes sobre dónde inviertes tu tiempo realmente.
El estilo de vida
Todos estos trucos tienen una sola finalidad: Hacerte la vida más fácil. Al final del día, el minimalismo se trata en concentrar todas nuestras energías y disfrute en un puñado de actividades, no en tener en nuestra mente 30 cosas a la vez.
Esperamos que puedas integrar lo que has aprendido en este artículo en tu día a día y contarnos cómo ha mejorado tu calidad de vida con un pequeño esfuerzo. Nunca olvides que a veces menos es más.